La “licuadora” y la “motosierra” del ajuste de Javier Milei parece que no alcanza a sus funcionarios. Incluso la hermana del Presidente fue beneficiada.
El periodista de televisión y radio asumió el cargo durante los primeros días de enero en reemplazo de Belén Stettler, quien abandonó a menos de un mes de gestión de Milei. El secretario de Prensa de 57 años llegó a integrar la administración Nacional luego de una extensa trayectoria en televisión.
Poco antes de dar el salto a la función, Serenellini fue protagonista de una gran polémica al sostener en el noticiero que conducía que ante la necesidad del ajuste algunos argentinos debían aceptar comer solo una vez al día.
“Uno recortará la plataforma para ver películas, otro recortará el auto, dirá ‘no lo uso más’, y otro, y ese es el que esta grave, dirá ‘no hay desayuno o no hay almuerzo’, obviamente, una comida por día. O sea, en distintos niveles todos estamos recortando”, expresó.
En el caso de Karina Milei, se adjudicó de un zarpazo una parte del presupuesto que correspondía a la jefatura de Gabinete y duplicó los recursos para su cartera. Lo resuelto fue un incremento de 35.000 URS (Unidades Retributivas) Adicionales, equivalentes a una suma de $22.214.500 por mes.