La policía fue alertada por un llamado al 911 denunciaron el hallazgo de una mujer muerta en su domicilio. Las primeras versiones indicaban un robo con dos protagonistas. La mentira se derrumbo cuando su hijo declaro inconsistencias.
Ante este relato los policías comenzaron una pesquisa sobre la base de una agresión física que le haya causado el deceso. Mientras se trasladaban a la comisaria 3era de San José, peritos de criminalística trabajaban en la escena del crimen. A simple vista se lograban ver las puñaladas que la victima había recibido, cortes compatibles con la hoja de una cuchilla de carnicero.
Comunicado esto a la seccional, los investigadores comenzaron a indagara al hijo de la victima. Al preguntarle si no había escuchado gritos, respondió que “no” y si las personas que huyeron por los techos tenían armas o estaban manchados de sangre contestó también en forma negativa.
Al regresarlo al domicilio lo trasladaron a la escena del crimen para que indicara el lugar por donde habían huido los supuestos asaltantes y allí cometió la primera contradicción, el lugar indicado no tenia techo era un paredón. Cuando le mostraron las heridas que tenia su madre en el cuerpo se mostro nervioso y entro en llanto. Preso de los nervios comenzó a decir diversas cosas que eran contradictorias a lo relatado en su declaración. Una prueba de luminol habría terminado con la mentira, el denunciante y progenitor de la victima, era en realidad el autor del material del crimen.
Peritos de la Subdelegación Almirante Brown de la Policía Científica, pudo determinar que la mujer presentaba, al menos tres heridas de arma blanca compatibles con cuchilladas. Para los investigadores, el matricida habría dado muerte a su progenitora por motivos económicos, aunque no se descartan otras hipótesis.
La Unidad Funcional N°11 del Departamento Judicial Lomas de Zamora ordeno la detención y traslado del imputado y califico la causa como Homicidio a la espera de mas datos del hecho