El salario promedio de los trabajadores formales ha caído por debajo del umbral de pobreza.

Como consecuencia de la escalada inflacionaria desatada desde agosto del año pasado y especialmente desde la asunción de Javier Milei, el ingreso promedio de los asalariados formales se desplomó para caer por debajo de la línea de la pobreza.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el costo de la canasta básica total (CBT) para una familia de cuatro personas -dos adultos y dos menores- para cubrir sus necesidades básicas en el transcurso de un mes, alcanzó en enero los $596.823.

En tanto, la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social informó que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), es decir quienes se encuentran en blanco en sus respectivos trabajos, ascendió en el primer mes del corriente año a $555.269.

Es decir, $41.554 por debajo del valor de la CBT, lo que refleja que los empleados formales estables ya se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.

Vale advertir que el Ripte exhibe la evolución de los salarios antes de descuentos (sueldos brutos), por lo que si se toma en consideración el sueldo de bolsillo (neto) la diferencia del salario promedio con la CBT es mucho mayor.

Los sueldos llevan varios años perdiendo contra la inflación, pero el hecho de que el salario promedio esté por debajo de la Canasta Básica Total no es normal: es la primera vez que se da esta situación desde que el Indec retomó la medición de la CBT, en abril de 2016.

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