En el listado se incluyen desde alimentos básicos como harina, aceite, arroz, azúcar, café y cacao, hasta bebidas alcohólicas que incluyen aperitivos, destilados, wiskis y 29 marcas de vino tintos.
Una de las particularidades es que se encuentran pocos productos aptos para celíacos y bajos en azúcar. Feletti también destacó que “es un acuerdo de precios, no un congelamiento”.
Desde los despachos oficiales contaron que no habrá una firma específica del “acuerdo” de precios, sino que será de adhesión voluntaria por parte de las empresas. Tampoco se conoce hasta el momento si tendrán una señalización especial. La contraparte empresaria, a su vez, planteó inquietudes a las autoridades relacionadas a los costos logísticos, impositivos y de producción, que desde la Secretaría de Comercio se comprometieron a monitorear de cerca.
El último dato del INDEC, la canasta básica alimentaria para una familia de 4 integrantes costó $29.213 en agosto, un 55,5% más que el año anterior y un 28,8% más desde que comenzó 2021. A modo de comparación, el salario mínimo de agosto fue de $28.080, una brecha de $1133 pesos o casi 4% para llegar a comprar lo mínimo para poder alimentar un hogar familiar. Es este crecimiento del peso de la canasta básica en relación a los ingresos de los hogares lo que ahora quiere comenzar a modificar la administración nacional, con la convicción de que se pueden ampliar el consumo. Con este nivel de capacidad instalada de la industria, aseguran los funcionarios, las empresas pueden ampliar la producción y ganar por la venta de cantidades y no por remarcación de precios.