“Estamos en condiciones de recuperar 29 distritos que Cambiemos gobierna hasta el 10 de diciembre”, fue la arenga de Gray para convocar, vía WhatsApp a los intendentes del PJ para pasado mañana en el estadio Delfo Cabrera, de Avellaneda, con Jorge Ferraresi como anfitrión. El esquema de unidad del peronismo bonaerense permitirá exhibir la convivencia de Sergio Massa, primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, con sectores de La Cámpora que representa José Pérez, de José C. Paz, primer candidato a diputado provincial por la primera sección en tándem con Malena Galmarini. Esa estrategia dejó al peronismo al borde de recuperar distritos como Pilar, donde Nicolás Ducoté se prepara para entregarle la intendencia a Federico Achával.
El el campamento de enfrente, Vidal hará un recuento de daños junto a sus alcaldes. Desde Néstor Grindetti (Lanús) hasta Martiniano Molina (Quilmes), todos quedaron comprometidos en sus distritos de cara a las generales de octubre. Más allá de lo irreversible del resultado, el oficialismo necesita levantar el ánimo de su tropa para lograr meter la mayor cantidad de legisladores provinciales e intentar retener algún municipio. En esa línea, en la mesa de Vidal y Federico Salvai se debatió el fin de semana, tras el paso de Hernán Lacunza a Nación en reemplazo de Nicolás Dujovne, qué plazo correspondía para el paquete de medidas económicas que anunciarán el miércoles. Tres meses, como hizo la Casa Rosada, o un año para transmitir la idea de supervivencia política más allá de octubre. “Macri se equivoca al anunciar la medidas por tres meses. Está admitiendo que se va en diciembre y que ya no va a dar vuelta la elección”, confió ayer un funcionario de Vidal ante la consulta de Ámbito Financiero. El paquete de la gobernadora todavía se está puliendo, pero una de las medidas será la condonación de la próxima cuota impositiva que se debe tributar ante Arba.
La dura derrota ante Kicillof (que quedará con 52% en el escrutinio definitivo, frente al 34%) enojó a Vidal y a su equipo y los decidió a despegarse de la estrategia nacional, aunque evitando la ruptura formal. La gobernadora centrará su campaña de cara a los comicios de octubre en la provincia de Buenos Aires, donde además de adoptar medidas de alivio económico también tratará de mostrar el espíritu de “escucha” frente al mensaje de la urnas que quiso exhibir en la conferencia de prensa del lunes posterior a los comicios.